EASD TENERIFE - 26|04|2019
Empatía. Personalmente, creo que es un factor que debe estar presente a la hora de realizar un buen diseño, ya que te permite conectar con el receptor
Para quienes no te conozcan, ¿quién es Nazaré Picos?
Pues si tuviera que describirme en pocas palabras diría que “Diseñadora gráfica con pañuelo al cuello”. Pero si tengo que explicarme un poco más, diría que la inquietud por el diseño ya venía desde pequeña. Mi madre siempre cuenta que me llevaba a todos lados con un papel y un lápiz, para que me entretuviese. Recuerdo que me gustaba saber el porqué de las cosas, buscar soluciones… y eso no ha cambiado mucho, ya que el diseño muchas veces se basa en esto, en buscar soluciones a problemas y hacer que funcione.
Si hablamos de mi trabajo profesional, siempre intento generar un concepto, me gusta que todo tenga un sentido y todos los puntos se conecten. Lo reconozco, soy algo perfeccionista y exigente conmigo misma; pero lo bueno es que, a la vez, puedo ceder, reaccionar y adaptarme. Esto a la hora de trabajar en equipo creo que es un aspecto positivo, porque hace mucho más fácil las relaciones entre compañeros y el “sentimiento” de pequeña familia.
Comparte con nosotros tres nombres propios del diseño gráfico contemporáneo y otros tres clásicos que son parte de tus referentes.
Supongo que algunos ejemplos muy comunes son David Carson, Milton Glaser, Bruno Munari, Paula Scher o el español Cruz Novillo. Pero si tengo que nombrar un par de ellos más actuales y que merezca la pena recomendar… siento decir que los que me vienen a la cabeza no son diseñadores en el concepto más puro de la palabra, sino que más bien el diseño puede ser el resultado o el proceso. Por ejemplo, el ilustrador Javier Jaén que utiliza mucho los conceptos (y aprovecho para recomendar también la charla de Puño en el MAD 2011), Jaime Serra o Domestic Data Streamers, que los descubrí gracias a la investigación de mi proyecto final, y que trabajan las infografías desde una nueva perspectiva, me parecen muy interesantes.
Estudiaste el ciclo formativo de gráfica publicitaria y posteriormente la titulación de Diseño Gráfico de las EEAASS que finalizaste en 2018. Eso son unos 6 años aproximadamente ¿Qué ha supuesto para ti, a nivel personal y profesional tu paso por la Escuela?
Pues como comentaba antes, a nivel personal puedo decir que la escuela (o su entorno), de una manera u otra, provocó muchos cambios en mí. Muchas situaciones que he vivido allí quizás me han hecho crecer no solo como profesional sino también como persona. Además, tuve la suerte de conseguir un trabajo nada más salir del ciclo y después estar también en una pequeña agencia de publicidad. Pero sentía que me faltaba algo y quería seguir formándome, por lo que me inscribí en el grado de Diseño Gráfico para continuar mi formación. Esta decisión creo que fue muy acertada, ya que complementaba totalmente los conocimientos que ya tenía, para después poder aplicar y conocer mejor todas las herramientas con las que trabajamos, nuevas metodologías, recursos, etc., y así obtener resultados más completos.
Hoy en día, las posibilidades formativas son amplias y variadas, con sinceridad: ¿Por qué elegiste formarte como profesional del diseño gráfico en la Escuela en lugar de en la Universidad?
En un principio solo quería hacer el ciclo formativo en vez de una carrera universitaria, los tiempos ya estaban cambiando y no creí necesario meterme en una carrera, pero aun así, me metí en Bellas Artes después de hacer el bachillerato artístico en la EAO (Escuela de Arte de Oviedo). Después de solo unos meses en la carrera, me di cuenta que el “formato” que llevaba entonces la universidad no encajaba conmigo; en resumen, no me gustó y por eso volví a la idea de hacer un ciclo en la EASD Fernando Estévez.
En el ciclo aprendí mucho, eran muchas horas prácticas y realmente hicimos trabajos que abarcaban muchos aspectos de la publicidad y el diseño. Después de un tiempo, cuando decidí inscribirme en el las enseñanzas superiores tuve claro que quería hacerlo en la escuela, ya que la anterior formación había sido tan intensa que, sinceramente, tenía la confianza que el grado iba a cumplir mis expectativas. También conocía a algunos de los profesores, que en su día también habían dado clase en el ciclo, por lo que era más fácil adaptarme un poco a todo.
Creo que, poco a poco, la escuela está consiguiendo grandes avances en cuanto a la formación de los alumnos, incluyendo más variedad, más calidad y más implicación. Sin duda, seguiré recomendando la escuela como lugar donde poder formarte y salir al mundo profesional con una base bastante afianzada.
Actualmente disfrutas de una beca Erasmus+ en la modalidad de prácticas en Berlín: ¿Qué tal la experiencia?
Creo que todavía es un poco pronto para opinar, pero… En general muy bien. La verdad que el estudio donde estoy no podría decir que es convencional. Por ejemplo, la semana pasada tenían que hacer unos “stories” presentando el espacio y el equipo para una universidad y no dudaron ni un segundo en ponerse gorros, coger peluches, grabar mientras cocinaban… Vamos, que ellos mismos dicen: “Es que no somos un estudio normal”. Total, que el ambiente es muy bueno, comemos todos en equipo, hay muy “buen rollo” y también tenemos algo de flexibilidad, por lo que esto también hace que te sientas más cómodo en tu trabajo y sea más dinámico.
En lo que al equipo se refiere, a pesar de que la mayoría son diseñadores, el grupo es muy interdisciplinar y diverso, se mezclan culturas, nacionalidades, profesiones, especialidades, etc., por lo que la oportunidad de conocer otras culturas a la vez que diferentes técnicas o campos dentro del diseño también es genial.
Este año y el pasado has realizado la creatividad y la imagen gráfica de la campaña de matrículas de la Escuela. ¿Qué ha supuesto para ti a nivel personal? ¿Cómo lo valoras a nivel profesional?
A nivel personal pues es un es un halago que contacten contigo para hacer la campaña de la escuela de arte. ¡Es una gran responsabilidad! Y más durante dos años seguidos… Pero en cuanto me lo ofrecieron me ilusioné mucho.
A nivel profesional es una oportunidad, primero, de confiar en tu trabajo, ya que no sabes si la solución que planteas es la adecuada para el objetivo que quieren, pero esta siempre será la eterna pregunta del diseñador. Por otro lado, comprobar que eres capaz de realizar una campaña como cualquier otro profesional, que gusta, que es atractiva, que se comenta y que está teniendo buena respuesta, es el mejor feedback que puede haber.
¿Cómo de importante consideras tú, como profesional del diseño gráfico y como ex-estudiante la importancia de la identidad gráfica en campañas de matrícula? ¿Crees que una buena imagen ayuda a captar nuevos estudiantes?
Yo creo que sí. Al fin y al cabo es una escuela de arte, es decir, si la propia escuela no apuesta por mostrar lo que hace a los alumnos, o lo que los alumnos hacen en la escuela, es probable que no muestren el mismo interés. Sin embargo, si ven qué pueden hacer o conseguir gracias a realizar los estudios en ella, sin duda estarán más convencidos de que si otra persona pudo, ellos también.
¿Cómo fue el proceso creativo de la elaboración de la campaña? ¿Cómo llegaste a la idea?
La verdad es que en cuanto me llegó el brief con la idea de “personas” en seguida pensé en la palabra “empatía”. Personalmente, creo que es un factor que debe estar presente a la hora de realizar un buen diseño, ya que te permite conectar con el receptor. Por eso, nos hemos querido poner en el lugar de esa persona, estudiante y futuro profesional, que no sabe muy bien qué hacer o cómo hacerlo, pero que sin alguna duda, ganas e inquietudes no le faltan.
Para mí, las ideas y las personas siempre van cogidas de la mano, y con el mensaje "Y tú, ¿qué tienes en la cabeza?" se refleja perfectamente ambos conceptos; si el alumno pone las ideas, motivación e ilusión, la escuela de arte pondrá todo lo que esté en su mano para que pueda llevarlo a cabo. Ese factor es lo que la escuela quiere defender, el equipo humano y profesional que hay en sus aulas, que hacen que las enseñanzas artísticas cada vez estén más consolidadas y sean una oportunidad como cualquiera otra para desarrollar tu futuro profesional. Por tanto, el resultado es una gráfica sencilla que permitía englobar todas las disciplinas, manteniendo el estilo y colores del año anterior, donde los elementos y el slogan captan al receptor de inmediato a la vez que provocan una reflexión sobre su futuro profesional.
¿Crees que la identidad gráfica de la Escuela es adecuada? ¿Consideras que responde a las necesidades planteadas en el brief?
Yo confío en la propuesta planteada y por supuesto, voy a decir que sí. Como comentaba antes, la imagen responde a todos los aspectos del brief: es sencilla, es flexible, evoca a la reflexión (aspecto que me siempre intento incluir en mis trabajos) y es entendible para cualquiera, incluso si no perteneces al público objetivo, por lo que también esto hace que se haga un poco más de difusión de la escuela y sus estudios. Que la escuela apueste por una imagen visual más “fresca”, es una manera de acercarse indirectamente a los jóvenes y mostrar a la vez el valor del diseño, que nunca está de más recordarlo, y quién mejor que una institución como la escuela de arte para defender el buen diseño.
La campaña está teniendo muy buena aceptación en redes. La gente interactúa a la pregunta formulada en la campaña generando contenido muy divertido ¿Cómo lo valoras?
Bueno, complementar el desarrollo de la campaña con las redes sociales, surgió solo. Es interesante que, simplemente formulando una pregunta, la gente se atreva a interaccionar, que también era parte de lo que se quería conseguir con la campaña: que las personas que quizá no se atreven a a formular una pregunta directamente, utilizan este medio para intercambiar opiniones y/o experiencias. Como ya sabemos, actualmente, no podemos olvidar que las redes sociales pueden ser una vía igual o más efectiva que las tradicionales; hoy en día el diseño gráfico está muy ligado a las RRSS, se complementa totalmente, y más si el público objetivo son los jóvenes, que son los que más interactúan con este medio. De este modo, es la herramienta perfecta para ayudarnos a tener más visibilidad, para captar nuevos alumnos y para provocar más interacción y difusión.
Por último y para finalizar Nazaré, dimos: ¿y tú?, ¿qué tienes en la cabeza?
¡Qué difícil! Pues si tuviera que resumirlo en tres palabras, diría que: Aprender, Crear y Sonreír. Creo que todo, absolutamente todo, tiene que ver con esas tres cosas, es como un círculo: si aprendes puedes crear; si creas, sonríes; y si sonríes es que has aprendido. Al menos esta es mi percepción, porque sabemos que no concebimos un mundo sin diseño pero… ¡Ey! ¿A que sin sonrisas tampoco?
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